domingo, 24 de septiembre de 2017

Consultas Externas

Lo que se necesita para la paz

Desarme en el proceso de paz

Las victimas de la guerra




Acuerdo de paz para descargar en PDF

ACUERDO FINAL DE PAZ EN COLOMBIA

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Opinión

Hace más de 50 años, nacieron las Farc, un grupo alzado en armas que desde entónces ha justificado su aparición en una apabullante situación de inequidad, opresión e irrespeto de los derechos políticos de aquellos que pensaban diferente a los partidos tradicionales en Colombia.  Su actividad, que comenzó según ellos mismos lo afirman, en la búsqueda de unos ideales políticos, con el paso del tiempo, se distorsionó apalancada por los secuestros y el narcotráfico.
Luego de que el país entero haya sufrido el flagelo de un conflicto armado que tiene sus raíces en la exclusión política, se hace relevante reorientar estos escenarios e intentar nuevas formas que permitan aprender de las experiencias del pasado. Es por esta razón que el segundo punto de la agenda de negociación, de la participación política, y que fue pactado parcialmente en noviembre de 2013, es uno de los más importantes en este proceso pues, de ser adecuadamente implementado, podría facilitar la ampliación de los espacios democráticos y la participación ciudadana no solo de quienes se desmovilicen, sino también del resto de la población civil.
Los acuerdos a los que han llegado ya los negociadores desde hace casi 3 años, plantean las bases de unas “garantías electorales, de seguridad y para el ejercicio de la oposición”, que harían las veces de una hoja de ruta para la reintegración de la insurgencia a la vida civil en el marco del compromiso del Estado en otorgar garantías de seguridad a los miembros de este grupoque una vez dejen las armas y decidan lanzarse a la política. Las partes en la negociación buscan que el nuevo escenario político que se abra para quienes se desmovilicen y tengan interés en participar en política no los enfrente a lo ocurrido con la Unión Patriótica, movimiento político del que fueron asesinados muchos de sus dirigentes.
El gobierno está apostándole a un pacto que, en palabras de Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno colombiano, “profundice y robustestezca nuestra democracia, promueva el pluralismo y la inclusión política, la participación política y la transparencia en los procesos electorales”.
En este sentido, y en el marco de la alianza Misión Caribe, Carlos Guzmán, profesor investigador de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, responde algunas de las preguntas que suscita este punto considerado por muchos como uno de los más álgidos de los acuerdos de La Habana, y que, de acuerdo con el experto, “resulta ser, más que controversial, fundamental para el fortalecimiento y consolidación de nuestra democracia”.  Vale anotar que al respecto de este acuerdo están aún  pendientes algunos puntos por definir que están siendo debatidos en este momento en La Habana, todos los cuales trataremos en siguientes publicaciones.

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sábado, 23 de septiembre de 2017

Punto de vista


En el 2016 los colombianos nos encontrábamos en un proceso de desmovilización con uno de los principales grupos guerrilleros. Sin embargo en su momento las opiniones acerca del proceso de “paz” se encontraban divididas a causa de las influencias de partidos políticos. Por un lado, el gobierno del respetable presidente de la República Juan Manuel Santos buscaba establecer y ejecutar en el país un proceso de paz cediendo en algunos puntos con el fin de acabar con la guerra, por el otro, el senador y ex-presidente de la República Álvaro Uribe Vélez desaprueba el acuerdo que se había venido forjando en los últimos años en la Habana, pues aseguraba que no es coherente el hecho de iniciar con un proceso de paz que se basa y desarrolla dentro de un contexto injusto, una opinión bastante respetable según mi juicio. Como es claro las opiniones del presidente y ex mandatario son antagónicas, aun así ambas poseen algo de razón.